NO SE DEFIENDAN ESTÚPIDAMENTE COMPAÑEROS (SI FUERA YO, UNO DE LOS SUYOS, ME DEFENDERÍA SOLO)
La palabra “matrimonio” a través de la historia, en los
mundos esencialmente monoteístas (judíos, musulmanes, muchas iglesias
cristianas y algunas pequeñas sectas) está ligada sólo a las religiones, por lo
tanto es por error un problema semántico más que social o religioso. Las
religiones (casi todas) predican amor. Son, algunos de los, que las mal
interpretan los que promocionan odios y prejuicios. Los respetables ateos del mundo civilizado, también comparten el respeto por el prójimo.
El preguntar: “¿Está de acuerdo con el matrimonio gay?”
es una pregunta necia e incompleta. La pregunta, posiblemente más adecuada,
sería: “¿Está usted de acuerdo con contrato de mutuo interés entre dos
personas?”.
El que se amen o no, el que cohabiten o no es asunto de las
parejas y de nadie más. Los “escandalizados” son individuos. Las religiones
dictan doctrinas, no odios ni violencia. A veces esas doctrinas son mal
interpretadas por morones violentos o
muy inseguros de su propia sexualidad. La “homofobia” es una palabra incrustada
en los diccionarios por los mismos homosexuales, quienes se sienten víctimas de
algunos ignorantes, prejuiciosos u “homosexuales escondidos”. Los que no creen en ninguna religión o Dios, tampoco pregonan la homofobia; la toleran y punto.
El que dos personas sean del mismo sexo o de diferentes
géneros no les impide bajo ninguna ley civil ni religiosa ligarse, si así lo
consideran ellos pertinente. ¿Quién no conoce los “matrimonios de
conveniencia” entre dos personas de diferentes géneros, pero en el que uno o
los dos, no son “heterosexuales” (como se define la palabra hoy en día)?
¿Quién no conoce de “matrimonios
heterosexuales” que no cohabitan en la misma habitación o cama (más si,
socialmente en la misma casa) y que no tienen ninguna intención de tener sexo y
menos hijos, como algunas religiones lo
demandan?
Oí con espanto como un grupo de homosexuales, que se
describen asimismo como “out of the closet” (que huachafería, Dios mío. Tan
huachafa como la necesaria palabra “huachafería”) reunirse en la Plaza de Armas de Lima (si bien es pública) para besarse y manosearse frente a la Catedral Católica de
Lima No soy practicante, pero ¿Si eso no es ridículamente agresivo y violento, qué lo es? ¿Por qué ofender
a los que piensan diferente, para que piensen como uno?
Muchos de los “out of the closet” estaban aplicando las mismas medidas, en otra forma, que los “homofóbicos” y algunos creyentes de otras doctrinas podrían aplicar fórmulas parecidas contra ellos.
Si pertenecería "al gremio", no me defiendan, por favor. No, de ninguna manera, no de esa forma. ¿Qué les parecería a los “gays dicotequeros” que algún día se presenten quinientas beatas y beatos frente a la discoteca ValeTodo o Downtown, a las tres de la mañana a abuchear a los que salen y filmarlos y tomarles fotos para las noticias del día siguiente. Aparte de los “superaditos”, ya me imagino el espanto de la mayoría de los “patitas” que ese día se pusieron su camisetita Lacoste con su lagartito de Gamarra y sus papis creen que están en una fiesta con “hembritas”.
Muchos de los “out of the closet” estaban aplicando las mismas medidas, en otra forma, que los “homofóbicos” y algunos creyentes de otras doctrinas podrían aplicar fórmulas parecidas contra ellos.
Si pertenecería "al gremio", no me defiendan, por favor. No, de ninguna manera, no de esa forma. ¿Qué les parecería a los “gays dicotequeros” que algún día se presenten quinientas beatas y beatos frente a la discoteca ValeTodo o Downtown, a las tres de la mañana a abuchear a los que salen y filmarlos y tomarles fotos para las noticias del día siguiente. Aparte de los “superaditos”, ya me imagino el espanto de la mayoría de los “patitas” que ese día se pusieron su camisetita Lacoste con su lagartito de Gamarra y sus papis creen que están en una fiesta con “hembritas”.
En nuestro país y otros países latinos y del Europa
Oriental se agrede mucho más, porcentualmente (si, porcentualmente), a las
mujeres que a los homosexuales; posiblemente porque es más fácil para los cobardes
atacar a una mujer entre las cuatro paredes de su casa, que agredir a un
homosexual en la calle.
En Centroamérica y el caribe (excepto Cuba) los ataques
contra las mujeres sobrepasan enormemente a las agresiones contra homosexuales
(en Nicaragua, la violencia contra la mujer es pasmosa y la violencia contra
los homosexuales, casi inexistente).
En los Estados Unidos de Norteamérica, sin embargo los
ataques y homicidios contra homosexuales son escandalosos. Esto sucede en “middle
America”, es decir en los pueblos y ciudades alejadas de las grandes urbes
costeras como Miami, Chicago, Washington DC. NYC, Los Angeles (excepto en los
barrios de centroamericanos de esa mega-ciudad), y otras ciudades cultas.
No es problema pues de educación, sino de cultura (o la falta
de ella).
Muchos “red neck” (campesinos y obreros, blancos sajones) creen que atacar a homosexuales (inclusive asesinar) es “dable”, siempre y cuando la ley no les coja.
Muchos “red neck” (campesinos y obreros, blancos sajones) creen que atacar a homosexuales (inclusive asesinar) es “dable”, siempre y cuando la ley no les coja.
A lo que voy:
Aquellos que quieren formar ligas contra la homofobia, piénselo bien. Les puede
salir el tiro por la culata (gracioso, ¿no?). La mejor defensa contra la homofobia
es un buen comportamiento social, adecuado al lugar donde viven o frecuentan,
no agredir (se agrede con el comportamiento, también) para no ser agredidos. El
tiempo se ocupa de lo demás.
Para aquellos que tienen la edad suficiente, recuerden como
eran las batidas policiales filmadas y difundidas por Canal 2. Las agresiones y
los insultos, hace, tan sólo, quince años.
Punto aparte: Si
quieren protestar, protesten contra algunos periódicos, programas televisivos y
radiales “graciositos” que hacen escarnio de los gays, estilo Miguelito Barraza,
Casareto y muchos otros.
Jorge Enrique Seoane
(Coco Seoane)
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