martes, 7 de diciembre de 2010

VENGO A MALOGRARLES LA FIESTA

En mis muchos años de periodismo, en lugares muy violentos en el mundo sumados a mis estudios experiencias en comunicaciones, nunca he presenciado tal falta de preparación como la que presenciaron muchos peruanos en sus televisores y algunos en las cercanías del Banco Continental, sucursal del Jirón Gamarra.

Me dio pena y vergüenza ajena ver al General en retiro PNP, Ministro del Interior y al General Comandante de la Policía Nacional del Perú dándose palmaditas frente a las cámaras de televisión el domingo 05/12/2010 en un canal de televisión a eso de las nueve de la noche. Felicitándose a si mismos y al personal que participó en el rescate de 33 personas a la vista y cinco escondidos en un cuarto del mismo banco.

Durante las horas del Jirón Gamarra, vi a policías corriendo de un lado a otro portando fusiles ametralladores AKM y AK-47. Otros policías, obviamente no adiestrados para estas situaciones, corrían de un lado a otro como gallinas descabezadas, muchos de ellos con revólveres y pistolas en mano. Más de 500 efectivos (confiesa la PNP, a mi me parecieron mas, desde mi guarida de observación). Camionetas y automóviles patrulleros en abundancia; de comisarias lejanas. Ninguna de las armas que, menciono arriba era necesaria ni posible en una situación de rehenes.

Algunos noveles inexpertos o simplemente irresponsables periodistas radiales y de televisión narraban en vivo y en directo los movimientos de las fuerzas del desorden. Gracias a Dios que en el interior del banco no había un televisor o una radio pero, eso no se sabía.

Con un par de decenas de policías de Fuerzas Especiales; incluidos cuatro o cinco francotiradores, unos cuantos suboficiales de desactivación de explosivos, algunos guardias para desviar el transito y para evacuar a los curiosos y dos o tres portatropas para evitar desmanes públicos. Los demás debería haber estado en sus comisarías o patrullando el resto de la ciudad que quedo parcialmente abandonada, custodiada en gran parte por mujeres policías que no fueron invitadas al fiestón de Gamarra.

Posteriormente, vi a psicólogos clínicos y psiquiatras “diagnosticando” después de muerto, al asaltante. Nunca habían hablado con él y ya sabían cuáles eran sus “enfermedades mentales” con sólo haber visto sus movimientos erráticos durante las horas en que estuvo reteniendo a los rehenes.

Cualquier profesional especializado en “la salud mental” no puede (ni debe) diagnosticar a una persona, globalmente, por lo poco que observan por televisión cuando “el paciente” estaba pasando por obvios momentos de ansiedad y angustia (stress). Pero, claro, dos minutos en la TV, masajean bien sus inmensos egos.

Volviendo al “operativo de rescate”. El negociador que se comunica con un delincuente que amenaza a terceros, bien sabe que las palabras “no”, “cálmese”, “tengo que consultar”, “imposible” y muchas otras que uso un ignorante (en el asunto) general PNP y una Fiscal que no tocaba pito en asunto aun.

Se usan, para que sepan (y si me leen) frases y palabras como “bien, estoy tomando notas”. Nunca se debe decir “cálmese” porque, se le está diciendo a una persona extremadamente fuera de la realidad que, no está calmada y, por lo tanto agrediéndola más aun.

Nunca, tampoco, el negociador debe decir “tengo que consultar”. Al decir eso, le está indicando al destemplado que, él, el negociador no es la persona con autoridad para resolver sus reclamos.

Del diálogo de la Fiscal no digo nada porque es una dama pero, si debo decir que pocas veces (o nunca) he escuchado a una persona menos preparada para negociar. El título de Fiscal, no la hace especialista en nada que tuviera que ver con el caso. Un obvio caso de desinteligencia.

Por otro lado. Los únicos en la PNP especializados y disciplinados para manejar un conflicto de ese tipo son la DINOES (Dirección de Operaciones Especiales) y, los Sinchis (quienes trabajan más en el campo rural). Es obvio que fue la DINOES quienes al final “sacaron” (termino castrense que significa “mataron”) al secuestrador en una operación bien planificada. El francotirador “saco” al secuestrador cuando este último tenía su pistola en una mano y un celular en la otra. ¿Dónde estaba el supuesto control remoto? ¿Dónde estaba el revólver del policía que redujo al entrar al banco? ¿Qué llamadas telefónicas hizo el secuestrador desde su teléfono móvil? ¿Quién va a investigar lo sucedido? ¿La misma policía que necesita a gritos reconstruir su alicaída imagen?

Por más que se diga que el secuestrador era un hombre desequilibrado (lo cual no le resta inteligencia. Fue el primero de su clase en el colegio). ¿Por qué eligió un banco en medio de una zona enrejada? Loco puede haber sido, estúpido no. ¿Por qué, por qué?

Parece jalado de los pelos porque al final se rescató a los rehenes pero, la operación de casi siete horas, fue una muestra de indisciplina, falta de preparación, descoordinación e impericia de la mayoría de las autoridades. Démosle crédito a la DINOES quienes cumplieron bien las órdenes recibidas pero, seamos suspicaces con todos los demás.

Jorge Enrique (Coco) Seoane
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domingo, 5 de diciembre de 2010

LA SEGURIDAD CIUDADANA Y LA INSEGURIDAD DE LOS "OPINÓLOGOS"

La seguridad ciudadana parece ser la especialidad de muchos periodistas y comentaristas últimamente. Se habla de "prevención", "democracia", "culpas de este u otros gobiernos”, “policía corrupta", "fiscales y jueces a la venta", etc.

Estudios académicos hechos en el tercer mundo de América Latina, El Caribe y África; así como en los más avanzados del norte de Europa, Norteamérica, Canadá y otros, señalan claramente que: "Si hoy, por un milagro, cesara la violencia infantil fisica, sexual, maltratos, abandono, negligencia, etc. en veinte años las cárceles serían pequeñas" y, se podría caminar con la seguridad que se caminaba hace veinticinco años, de noche en Tokio, con un fajo de dinero a la vista.

Trabaje como corresponsal allí, durante mas de tres años, y me consta.

En Japón, entonces, antes de la masiva migración, el abuso infantil estaba alejado de su cultura y, era impensable.

Doctores en psicología, psiquiatría y otras ramas de salud mental, señalan que el 86% al 96% de los reos peligrosos en las cárceles del mundo, han sido abusados de niños. Los abusos son variados. Tenemos los que menciono mas arriba y otros (de allí las pandillas, sustitutas de las familias),

¿En qué niveles sociales suceden estos abusos? En todos, si en todos; de paje a rey. No quiere decir que todos los abusados terminen siendo delincuentes o abusadores, ellos mismos. Hay un magnífico artículo de Raffo León, “Amalia no tiene nada que celebrar” http://www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3123&BlogsAction=PL&Code=1#Post_259 (pegue en su buscador)

El artículo es un cuento (que no es cuento de ficción. Está basado en casos reales con vivencias actuales. -Mis queridos colegas periodistas y comentaristas, por favor, la mejor forma de expresar el desconocimiento o la ignorancia es con el silencio. -Los periodistas (según mi escuelita de La Prensa). No tenemos que saber todo de todo y opinar sin más investigación que, el leer los periódicos de ayer, escucharnos y leernos entre nosotros y, escribir y pontificar.

La seguridad ciudadana merece mejor trato que, el que le dan algunos “sesudos” en los medios escritos, radiales y televisivos. El asunto es mucho más profundo y, las soluciones son a largo plazo. Cuanto antes se comience a reconocer y remediar los problemas, mas pronto se solucionaran, en la medida de lo posible.


Jorge Enrique (Coco) Seoane
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