miércoles, 23 de junio de 2010

EL ARTE DE UNOS ES OBSCENIDAD DE OTROS

EL ARTE DE UNOS ES LA OBSCENIDAD DE OTRO

Me he pasado decenas de años fotografiando a personajes y redactando sesudos y, a veces, divertidos e irreverentes artículos. Mis artículos, como les consta a algunos, son, muchas veces eróticos basados en mis experiencias, mi imaginación o la experiencia de otros.
He fotografiado a centenares de personas desnudas (es más, por eso se me reconoce y de eso, en parte, vivo). Algunos desnudos frontales y hasta muy eróticos. Nunca porno, según mis conceptos.

Muchas y muchos de mis modelos ahora peinan canas o no peinan nada porque están calvos, viejos y guatones. Algunos de ellos (y ellas) son importantes empresarios, políticos y, hasta choferes de combis.

Los clientes, que adquieren mis logros fotográficos, son agencias famosas (que no mencionaré) en USA y en Europa. Mi “principal” está en Berlín, en un distrito elegante. Mis fotos y, las de otros están en las vitrinas iluminadas. La agencia/tienda es grande, limpia y nada escabrosa.
Hay cientos de libros de desnudos con fotos de calendarios de Marilyn Monroe, libros bien editados de George Machado, desnudos femeninos de José Machado, fotos sensuales del peruanísimo Mario Testino, el también peruano Lorry Salcedo, varias veces galardonado en Europa, Brasil y los Estados Unidos, libros de mesa de Iain Finlayson, desnudos frontales de Wilhelm von Gloden, de David Leddick, Ken Haak, Wilhelm von Plüschow, Djerih con una selección de desnudos femeninos, excelente (e inquietantes).
No olvidemos al famoso Robert Mapplethorpe, quien con sus estupendos desnudos, en los barrios bajos de NYC, causo un gran escándalo entre los puritanos anglosajones. Sus fotos ahora, se exponen en los mejores museos.
Bueno, entre todas esas fotos y miles más, están, modestamente, algunas mías. Me dedico a fotografiar bellezas latinas y, por eso viajo continuamente por toda la América Latina y El Caribe (incluyendo Cuba, donde las autoridades saben lo que hago, lo permiten y lo ven con interés).
La obscenidad está en la cabeza de Belmont (disculpen que no le diga “señor”. Su trayectoria lo aleja de ese título). No olvide Belmont que, su escudera fue Laura Bozzo; hablando de “obscenidades” y, ni que decir de sus ventas de acciones del Canal 11 de TV.
Pregunto: ¿Es obsceno decir que Belmont es un “huevón”? Como redactor no puedo decir que es “tonto” porque sería faltar a la verdad absoluta.
Cuando, en los años sesentas, era yo un adolescente universitario en el Estado de California (USA), un juez estatal (no federal) se dedicó a dictar que era “delito de pornografía” y que no lo era.
Se abrieron las puertas de entrada a las cárceles a varios artistas, escritores y poetas. “Se armó la de San Quintín” y la reacción fue tremenda. El senador Joseph McCarthy y su cacería de brujas comunistas, en comparación, habría quedado como la Madre Teresa al lado de ese juez, de quien nadie se acuerda y yo tampoco.
Finalmente se decidió que “pornografía” era cuando había “contacto genital explicito o no entre dos o más personas del mismo o diferente sexo”. En cuanto a los textos de novelas, poesías y otros, todos se “olvidaron” del asunto.
Está corriente se siguió por todos los Estados Unidos, en América Latina por Brasil y Argentina (los chilenos son los más mojigatos).
En Europa oriental, nunca fue un problema y en la oriental ni se hablaba del asunto.
En el Perú,” La Liga de Damas por la Moral y la Decencia” tuvieron su apogeo en los años cincuentas del siglo recién pasado. Consiguieron castrar o empastelar con yeso a algunos ángeles de los monumentos de Vittorio Macho en Lima. Felizmente “La Liga” duró poco y la vergüenza perdura entre los que sabemos o recuerdan.
Piensen que nuestros congresistas, un juez o fiscal catalogue lo que podemos ver, leer y lo que no.
La defensa de los niños les corresponde a los padres y sólo, cuando estos faltan, a instituciones como INABIF, padres sustitutos o a los religiosos dedicados (quedan muchos).
No todos los congresistas son “obscenos”, creo pero, de hecho, si lo son la mayoría.
Obscenos, son los viajes de algunos de ellos, “gastos de representación”, los tarjetasos, las riquezas repentinas, los cocaleros, aquellos que justifican la violencia, todos (y la) que se lavan las manos, después de un año de la masacre de Bagua.
La próxima, van a querer vestir al David de Miguel Ángel o ponerles faldas a las gorditas de Botero. No podremos leer a Henry Miller y algunos pasajes de La Biblia. Se prohibirán algunas canciones de Edith Piaf y mucho sobre su divertida vida con Theo Sarapo, algunas canciones de The Rolling Stones y dos o tres de los Beatles y todos iremos al cielo.

Jorge Enrique (Coco) Seoane
Metro Press & Photo
photo@metroperu.com

COMENTARIO DE UN LECTOR:
Belmont es el ser mas obsceno del Perú, después de su patrocinada Laura Bozzo. Con sus ridículas pastillas para la moral, su pelo pintado , su locutor "cabeza de pinga" en su obsceno canal estafando a sus "accionistas", su machismo y homofobia recalcitrante es el menos indicado para promoverse como el Caton de de la obscenidad. De lo que debemos ver o no ver.
Pobre triste y patético personaje que parece no saber que en el siglo XXI cualquier niño puede acceder al internet y ver todo lo visible; ahí radica la responsabilidad de los padres para explicar a sus hijos la diferencia entre el bien y el mal de este mundo globalizado.
TPM

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