LOS SUBOFICIALES DE LA POLICIA. POLICIA ARMADOS Y CON ROPA
DE DIARIO
Varios articulistas y
enemigos si o si del Gobierno se oponen al grupo Terna creado bajo la batuta
del Ministro Urrestri.
Urrestri no me agrada
ni desagrada mucho. Habla demasiado y siempre se la amaña para llevar las
entrevistas que le hacen algunos colegas por la ruta que a él le conviene
(mañoso es y varios entrevistadores no conocen su izquierda de su derecha
cuando de procedimientos policiales se trata). No se puede, tampoco, despreciar
los éxitos que ha tenido ni culparlo por no capturar a determinados
delincuentes. Los malhechores también son profesionales y saben cómo
esconderse. Es como un juego de ajedrez, nunca se sabe quién va a ganar.
La creación de
policías de civil mezclados entre los ciudadanos de a pie no es tan
descabellada.
Es verdad que esos
bisoños policías que no han terminado sus seis semestres de entrenamiento como
los suboficiales uniformados, pero un policía de civil no necesita intervenir
en accidentes de tráfico ni dirigirlo, abusos familiares, asaltos a bancos,
tiendas, restaurantes y mercados. Tampoco tienen que reprimir manifestaciones
ni desordenes públicos ni trabajar 24 x 24 horas.
Su trabajo consistirá
en defender a la civilidad de asaltos y hurtos al paso y hacer inteligencia.
Para eso solo necesitan tres cosas. Una preparación psicológica para no perder
la calma, la misma preparación para no usar sus armas innecesariamente o antes
de tiempo y capacitación para conciliar. No todo se arregla a gritos y no
siempre el que más habla o más grita, tiene la razón.
El radioteléfono
celular será su mejor arma, porque con solo apretar un botón tendrá el apoyo de
los otros dos que lo acompañarán cerca y con una llamada rápida pueden tener el
apoyo de policías uniformados a pie, en moto o en vehículos.
¿Qué esperamos? Dos
años más para que terminen su escuela? ¿Y mientras tanto que los delincuentes
se sigan multiplicando?
Yo porto un arma de
buen calibre y bien mantenida, aparte de una cacerina extra. He sido entrenado
por los mejores en Vietnam y Nicaragua. Sé que nunca debo de sacar un arma si
estoy en desventaja, porque seguramente el delincuente me disparará antes de
que pueda usarla. Tampoco sé si puedo usarla con ventaja ante la eminente
posibilidad de ser atacado con un arma contundente.
¿Qué es un arma
contundente? ¿Un cuchillo, una piedra o un fierro? ¿Si disparo antes de ser
acuchillado o golpeado por un fierro o una piedra estoy cometiendo un delito
por la desigualdad de las armas? ¿Me pueden las autoridades confiscar mi arma
aunque la haya usado en defensa de mi vida o de los que me acompañan?
Debo confesar que NO
confió en la mayoría de los abogados (ni míos ni de la otra parte). Tiene que
haber abogados correctos y honrados, pero ¿Dónde están y cómo distinguirlos?
Los más correctos son abogados civiles (no penales) que trabajan para grandes
empresas o carísimos estudios de abogados.
Un buen amigo,
policía retirado, me dijo: “si usas tu arma para defenderte y hieres o matas a
un hampón, huye porque seguramente el hampón tenga un abogado, hampón también,
quien tratará de hacerte aparecer como el agresor. Huye y no se lo cuentes a
nadie porque si te quedas tendrás que lidiar con la pobre familia del
-pobrecito hampón-, sus cómplices y algunos policías corruptos, sin contar con
fiscales y abogados podridos e inmorales”.
¿Qué hacemos los que no pertenecemos a la calaña de
delincuentes?
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