No excluirlo a Acuña de ninguna manera el participar en las
elecciones de abril porque, luego saldría a las calles, como Toledo en sus
tiempos, a decir que lo han trampeado. No faltarán galifardos que lo acompañen
con los estropicios porque, Acuña argumentara que lo han prescrito de las
elecciones con trampa (cuando el tramposo y ladrón intelectual es probadamente
el).
Que participe y pierda, como sería lo justo. Luego que se
vaya a vivir a La Cochinchina. Que participe y pierda (repito) como lo tiene
merecido y, si es dable que acabe preso.
¿Se imaginan ustedes
a un presidente plagiario del Perú siendo recibido por presidentes y
dignatarios de otros países? Qué vergüenza, ¿No?
Me apenan los pobres estudiantes que han ingresado a sus
universidades porque, con esos cartones les será muy difícil conseguir trabajos
profesionales.
Los que si dan vergüenza son los catedráticos y tutores que
aún no renuncian a esas inmunidades (léase “universidades”), donde cualquiera
ingresaba, siempre y cuando pagaran mucho dinero para que Acuña pudiera ser más
rico aun.
Vemos una vez más, que la plata manda. Nos quedan días para
ponerlo en mayor evidencia y reganar nuestra respetabilidad mundial.
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