LA AMNISTÍA Y EL INDULTO.

La cuestión del indulto o la amnistía se ha concretado alrededor de Alberto Fujimori.
En el Perú hay leyes que impiden la excarcelación o de adultos (fíjese que bien lo uso, DeGenerado Delgado Parker para su beneficio). En varios Estados de la Confederación Norteamericana, en Inglaterra y casi todos (si no todos) los países nórdicos de Europa) exceptuando a los que pertenecieron a la ex URSS, a los reos que no son un peligro para ellos mismos y la sociedad, y que tengan quien los acoja (un familiar de preferencia) se les de libertad o libertad limitada a partir de los setenta o 75). No me refiero a Fujimori, específicamente.
Hace unos años tuve la oportunidad de visitar por cinco horas el Penal Lurigancho. Las condiciones no son adecuadas ni para un muchacho de 18 años, menos para un adulto mayor o para un anciano (que observé, había por centenas).
Si la ley se aplicaría y se daría libertad total o restringida (según el caso) a reos ancianos que no son un peligro o a los más jóvenes que están en avanzadas enfermedades terminales (SIDA declarada en sus últimos estadios, tuberculosis, cáncer terminal y otra), deberían ser enviados a sus casas o nosocomios.
Esto tendría, además, la ventaja de reducir la población penal a números más controlables, Por último, es mucho más económico ponerles un brazaletes GPS a algunos, cuando sea necesario, que mal alimentarlos, abusarlos y maltratarlos (muchas veces por los mismos celadores).
Jorge Enrique Seoane Morla
Metro Press & Photo SAC
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